domingo, 3 de marzo de 2013

Un breve paseo por la biblioteca

Hay lugares públicos en Suecia que son realmente maravillosos. Uno de esos lugares son sus bibliotecas municipales. Creo que no exagero si digo que la gran mayoría de los suecos tienen la tarjeta de la biblioteca y las visitan por lo menos una vez al año. La biblioteca municipal de Malmö, la ciudad de casi 300 mil habitantes donde vivo, recibe aproximadamente 900 mil visitas anuales, con un promedio diario de 2700 personas. Es que las bibliotecas no son sólo un lugar para consultar libros, estudiar y/o investigar. De hecho, son mucho más que libros, aunque los hay y en grandes cantidades. 

Biblioteca municipal de Malmö

El viejo edificio de la biblioteca, que sigue
formando parte de la misma, desde el nuevo
Para llevarse prestado un libro simple-
mente hay que pasarla tarjeta de la
biblioteca y escanear el código del libro
Una de las diferencias más grandes con, por ejemplo, la Biblioteca Nacional en Buenos Aires es que uno puede llevarse casi todos los libros prestados por un mes. Desconozco si ésto es posible en las bibliotecas populares, a las cuales de hecho se les da muy poca difusión en Argentina, pero si un estado quiere motivar a que la gente lea tiene que empezar por ofrecerles libros, ¿no?

Para devolver sólo hay que poner
el libro en esta máquina


Sala de literatura
Sala de literatura adolescente
Además los libros están en los estantes a disposición de quien quiera agarrarlos y no encanutados en un depósito donde los traen cuando alguien los pide. De esta forma, uno puede agarrar un libro de un estante y sentarse traquilo un rato a leerlo en un sillón o en una mesa que están distribuidas por toda la biblioteca. Cada sala está ambientada de acuerdo al tipo de libro ofrecido. En las salas donde hay libros académicos hay mesas para que uno pueda sentarse a estudiar, en las de literatura hay sillones y sillas y en la sala de libros para adolescentes uno se puede tirar a leer en un puff. 

Literatura en otros idiomas

Un grupo estudiando sueco en la sección de libros de idiomas















En la biblioteca municipal de Malmö hay 490 mil libros en más de 50 idiomas y se prestan anualmente 1.600.000 libros, con un promedio diario de 4900. Teniendo en cuenta la cantidad de visitas diarias, cada persona se lleva por lo menos un libro prestado por visita (el promedio da 1,8 libros por visitante). 

Guías turísticas de Argentina
En la sección de Literatura, por ejemplo, además de libros en sueco hay todo un sector de libros en inglés y otro bastante grande de libros en otros idiomas, que incluye dos estanterías de libros en castellano. Es altamente probable que uno encuentre el libro que busca para llevarse a su casa, y si no lo encuentra es porque otra persona lo tiene. De no ser así, uno le puede sugerir a la biblioteca que compre el libro que uno quiere y no tienen. Otra de mis salas preferidas es la de guías de viajes. Sí, hay toda una sección dedicada al tema. ¡Nunca vi tantas guías en mi vida! Lo bueno es que como uno puede tener un libro durante un mes (y extender el préstamos hasta dos meses más) uno puede planificar e incluso irse de viaje con una guía de la biblioteca.


Sala de DVDs. En el fondo se ve la de CDs
Además de libros (lo cuales no sólo están en formato "físico" sino también en formato electrónico, audio y braille) en la biblioteca hay CDs, DVDs y juegos para computadora y Playstation, los que también uno puede llevarse a su casa. También hay computadoras con conexión a Internet distribuidas por toda la biblioteca así como también impresoras y fotocopiadoras, aunque su uso no es gratuito (cada página cuesta 3 coronas, unos 2 pesos argentinos, y es uno de los pocos lugares donde se pueden sacar fotocopias en la ciudad). Según tengo entendido, también hay iPads para usar dentro de biblioteca. Supongo que se entregarán dentro del "lärcentrum¨, un centro de capacitación donde, además de conferencias, apoyo con los estudios y un café para practicar sueco, hay una sala de computadoras que incluyen programas como el InDesign, Photoshop e Illustrator. Creo que ahí también se pueden pedir prestadas notebooks para llevarte a tu casa por unos días.  

Hay muchísimas otras actividades que se pueden hacer en la biblioteca pero, para que el relato no se torne aburrido, voy a comentar una que me llama siempre la atención cuando voy: la cantidad de personas, en especial jubilados, que van a la biblioteca a sentarse a leer el diario. De hecho, el sector de diarios abre a las 8 de la mañana, dos horas antes de la apertura del resto de las salas. Nunca fui a la mañana pero me los imagino a los jubilados esperando a que abra el lugar para entrar en patota a leer el diario, aunque no ocurra en la realidad.