Hace tres años y medio, cuando un viaje por Europa me trajo a Suecia por primera vez, nunca pensé que tres años más tarde armaría las valijas, cruzaría el Atlántico nuevamente y me quedaría a vivir en este país.
Suecia es un país muy distinto a Argentina pero tampoco es de la forma que muchos argentinos se imaginan. No es tan perfecto ni tan ordenado ni la gente es toda rubia ni tan fría como piensan. Aunque el invierno es más frío que en Buenos Aires, es más tolerable de lo que uno piensa y por lo general la temperatura en el sur del país, que es donde vivo, es bastante parecida a una mañana fría de invierno porteño.
Definitivamente, Suecia despierta bastante curiosidad e interés. Es por esta razón que decidí escribir este mail para relatar mi experiencia viviendo en este país. Los 140 caracteres de Twitter o el espacio del status del Facebook es muy limitado para contar cosas.
Los europeos tienen la costumbre de mandar postales de los lugares que conocen durante sus vacaciones. Cuando yo era adolescente me escribía cartas con gente de todo el mundo y siempre me gustaba recibir postales de los lugares donde vivían y que me contaran cosas de sus ciudades. Durante mi viaje por Europa del 2009 le mandé a mi sobrino Matías, que en ese momento tenía 5 años, una postal de cada lugar en el cual estuve (y fueron muchos!) contándole en cada una algo que pueda llegar a interesarle de ese lugar. Antes de mudarme a Suecia le pregunté si quería que le vuelva a mandar postales como en ese viaje y me respondió que sí. Aunque no lo hago muy seguido (soy una tía vaga...), les mando a mis sobrinos postales desde Suecia con alguna historia corta, siempre escrita en letra clara para que Matías, que ahora es "grande", pueda leerla.
Próximas postales para mis sobrinos |
De allí el nombre (poco original) de este blog. Espero poder contarles historias, anécdotas y curiosidades interesantes desde la otra punta del mundo.
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